Pastelería Saul

¡Hola tesoros!

Pensad en los pequeños negocios que han estado toda la vida en el barrio. Ese bar de la esquina, el mercado de abastos , la panadería que siempre huele a pan recién hecho , el kiosko de enfrente….

En mi caso, siempre he tenido un favorito. SAUL es la pastelería en la que mis padres compraban cada año los dulces de Navidad. Me emociona recordar los mini-croissantes hechos con almíbar que desayunaba cada mañana de Reyes después de abrir los regalos.

Estos pequeños croissants de elaboración artesana son el dulce estrella de este establecimiento. Al igual que los suizos y otros pequeños bollitos, que gracias a su reducido tamaño, son perfectos para darse un capricho sin descuidar las calorías de más.
Entre los ingredientes de estas delicias, encontramos chocolate belga, mantequillas de primera calidad, huevos frescos, y otros materiales de primera calidad.

(Establecimiento de la calle Orense)

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